En la refinería de Reynosa, por primera vez Gladys Tamez presentó su
colección de sombreros sobre una pasarela y acompañada de otra
diseñadora mexicana, la sonorense Luciana Balderrama.

Gladys, un monstruo del mundo de la moda actual e invitada de
muchísimo honor de DMX32, es la sombrerera preferida de celebridades
como Lady Gaga y Leonardo DiCaprio y, por mucho, una de las más
importantes del mundo.

Su trabajo, de la calidad más extraordinaria de diseño, materiales y
confección, es un referente para México y el mundo de lo que significa
crear moda como Dios manda.

La oriunda de Los Mochis, Luciana Balderrama, ya consentida de DMX32
en sus ediciones del norte, presentó una colección inspirada en el
colonialismo estadounidense. La colección siguió la línea estética que
ya es típica de Balderrama, pero las mangas aglobadas, el uso de
encajes y de bordados de hilo, crearon una colección enormemente
romántica y femenina, mientras que el uso de popelinas de algodón
sencillas, pero sofisticadas, dieron a la colección una calidad
enormemente elegante y madura al estilo western americano.

Sin embargo, Luciana, una norteña de corazón, optimista, profesional y
apasionada, no deja que la historia de sus inspiraciones y la seriedad
de su negocio atenúen el aspecto divertido y coqueto de sus prendas.

Desde hace algunas temporadas Balderrama diseña colecciones que son
abiertamente atemporales en el sentido más puro de la palabra: la
mayoría de las piezas de Luciana son atuendos completos en sí mismos,
pues están pensados para ser versátiles y útiles de la mañana a la
noche.

La maestría de los sombreros de Tamez, verdaderas obras de arte en
castor, fieltro y paja de Ecuador, no sólo ha sido un complemento
perfecto para las prendas de Luciana, sino que por su aspecto
puramente escultórico, estos cobraron protagonismo propio sobre la
pasarela.

No conformes con mostrar un desfile genial por parte de Gladys Tamez y
Luciana Balderrama, Sara, Johann, el equipo creativo de DMX32 y la
productora de eventos MAGENTA, tuvieron la visión de presentar a una
modelo montando a caballo, llevando los diseños de ambas creadoras.

Un verdadero espectáculo de moda y de tradición al puro estilo norteño.

Luciana y Gladys son dos mujeres energéticas y generosas que adoran su
trabajo y esto permea cada uno de sus vestidos y sombreros, hechos con
el ímpetu que sólo el norte de México puede tener. ¡Felicidades,
Luciana y Gladys, por esta bellísima colaboración!