Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En medio del llanto y dolor, familiares de José Jacob, asesinado a balazos por personal militar cuando iba en su camioneta con su esposa, embarazada de 6 meses, le dieron sepultura y exigen justicia para que el crimen no quede impune.

De 20 años, José Jacob murió por dos balazos, uno en el maxilar inferior que afectó faringe y toda la vía aérea, además otra herida en hombro derecho con pérdida de piel y músculo, disparados por los soldados que realizaban un supuesto operativo en Independencia y Degollado.

El joven era acompañado por su esposa, María Elena y se dirigían a la Cruz Roja para un ultrasonido, ya que la mujer tiene seis meses de embarazo.

Su esposa, padres, hermanos, familiares y amigos, lo acompañaron hasta su última morada en el Panteón Jardín de los Ángeles, donde pidieron justicia para que el asesinato a mansalva de José Jacob no quede impune y los militares que lo asesinaron sean enviados a prisión.

“Demandamos que las autoridades federales, estatales y militares actúen en contra de los soldados que asesinaron a José Jacob, él iba a la Cruz Roja cuando le dispararon sin mediar palabra o acción alguna y sus asesinos continúan en la calle, trabajando en la milicia, con el riesgo de que vuelvan a matar a un inocente al saber que sus crímenes quedan sin castigo” señaló un familiar del joven victimado por los soldados.

José Jacob y su esposa María Elena iban en una camioneta GMC Yucon modelo 2003 blanca, circulando por la avenida Santos Degollado. Se dirigían a la Cruz Roja para realizar un ultrasonido a la mujer, quien está embarazada.

En Degollado e Independencia personal militar realizaba un supuesto operativo y cuando la pareja iba pasando, sin razón alguna les dispararon en varias ocasiones, hiriendo en el rostro y hombre a José Jacob, que alcanzó a llegar a la calle Gutiérrez a unos metros de la avenida Jesús Carranza.

Aún con vida, el joven abrió la puerta de su camioneta y cayó al suelo, donde fue atendido por paramédicos de Protección Civil y llevado al Hospital General donde horas después falleció.

Su esposa, María Elena, narró cómo los militares les dispararon sin motivo alguno y ella, cuando su esposo detuvo la marcha, se bajó gritando que no siguieron tirando y pidiendo ayuda, pero los soldados no los auxiliaron y solo estaban tomando fotos y video con sus teléfonos celulares.

Testigos dijeron que entre los vehículos militares que estaban en el lugar estaban los identificados con los números económicos  0916303, 0925308, 0916347, 0916325 y 0925301.