Por segundo día consecutivo, el Aeropuerto Internacional de Hong Kong suspendió sus servicios de facturación y la operación de hasta 300 de vuelos, luego que manifestantes antigubernamentales bloquearan el hub argumentando que suspender los vuelos desde la ciudad provocará un daño económico considerable para que el gobierno atienda sus demandas.

Además, un grupo policial, armado con gas pimienta y macanas se enfrentó con los manifestantes, con el objetivo de liberar el área de salidas de este aeropuerto.

Las protestas han afectado principalmente a Cathay Pacific, aerolínea bandera del territorio chino, ya que en los últimos días, canceló cientos de vuelos, suspendió a dos pilotos, uno de ellos por vínculos con las protestas y el segundo por mal uso de información de la compañía, así como el despido de dos de sus empleados del centro aéreo.

Vinculado a ello, sus acciones han reportado una caída del 7% en dos días, su nivel más bajo en más de una década.

Por otro lado, la Administración de Aviación Civil del país asiático (CAA) solicitó al transportista presentar una lista de todas las tripulaciones que ingresan al espacio aéreo de China continental; de acuerdo con las rutas de Cathay, en su mayoría cruzan la zona, por lo que se prevén más daños a la aerolínea.

“Cathay ha estado experimentando un programa de recuperación y el último conjunto de resultados mostró que está progresando. Lo crítico será lo que suceda con las reservas anticipadas, ya que son una fuente importante de efectivo para las aerolíneas”, dijo Chris Tarry, director la consultora de aviación CTAIRA.

En medio de todo esto, las acciones de los aeródromos cercanos al sur de China incrementaron su capacidad; así, el aeropuerto de Shenzhen elevó hasta en un 10% su demanda el martes, mientras que el internacional de Guangzhou Biayun marcó un alza del 6%.