Probablemente alguna vez se te ha ocurrido que si todos los aviones comerciales llevan chalecos salvavidas para los pasajeros, ¿por qué nunca han incluido paracaídas? Después de todo, esto podría salvar a muchos durante una emergencia aérea, ¿no? Sin embargo, hacerlo es totalmente imposible, al menos en el futuro cercano.

Andrew Hennigan, escritor, periodista y piloto en planeadores, reveló la respuesta a través de la red social Quora. Enlistó 4 razones por las cuales no puede haber paracaídas individuales en aviones comerciales, las cuales a continuación te presentamos.

1. Los paracaídas son voluminosos, tanto que ni siquiera podrían acomodarse bajo tu asiento. Además, añadirían mucho peso a la aeronave y necesitarían inspecciones con regularidad. Volar sería considerablemente más caro.

2. Los pasajeros necesitarían un entrenamiento mínimo para poder usar un paracaídas y aterrizar a salvo. No es cosa fácil, incluso en tierra y con tiempo para practicar.

3. Sería necesario rediseñar los aviones comerciales para incorporar salidas de emergencia especiales. Actualmente, si te lanzaras desde la puerta de emergencia convencional te estrellarías con un ala o la cola de la aeronave.

4. Habría que cumplir condiciones muy específicas para que el salto fuera seguro: tendría que ser de día y sobre tierra firme, donde no haya posibilidad de aterrizar pero sí mucho tiempo para que todos salgan. Casi siempre, saltar sería tan riesgoso como permanecer a bordo.

La BBC añade otra razón: resultaría imposible utilizar paracaídas individuales, de manera ordenada y con tiempo, para cientos de personas durante una situación de emergencia. Guy Gratton, investigador de aviación de la Universidad de Brunel (Reino Unido), considera que no hay posibilidad.

Desde los años ochenta existe un sistema de paracaídas para aviones pequeños. Sostienen todo el peso de la aeronave para reducir su velocidad y darle un descenso seguro. Se llama BRS (Ballistic Recovery System) y su sitio web asegura que ha salvado más de 400 vidas.

Las compañías fabricantes de aviones Cessna y Cirrus usan esta tecnología, de acuerdo con la BBC. Cuando se activa el paracaídas en una aeronave pequeña, la velocidad de descenso se vuelve de 518 metros por minuto, por lo que el impacto final sería el equivalente a saltar de una altura de cuatro metros.

Sin embargo, los aviones más grandes equipados con el sistema BRS tienen capacidad solo para 5 personas. Es decir, está muy lejos de poder aguantar una aeronave comercial.

Guy Gratton asegura que la idea es tecnológicamente posible, pero habría que preguntarse si es rentable, pues habría que reducir el número de pasajeros de manera significativa.

Por si fuera poco, está el reto de crear un paracaídas tan grande como para cargar el peso de un avión comercial. Toma en cuenta, por ejemplo, que el Airbus A380 tiene capacidad para 853 personas y pesa aproximadamente 400 veces más que una aeronave pequeña, sin considerar pasajeros y equipaje. Boris Popov, inventor del sistema BRS, le dijo a la BBC que para aterrizar de manera segura un avión Boeing 747 con 500 personas, serían necesarios 21 paracaídas con el tamaño de una cancha de futbol.

Según la revista Air & Space, Popov considera que en el futuro los materiales de los paracaídas permitirían ser usados en aviones más pesados.

Pero no esperes que ocurra pronto, pensando en los retos antes mencionados.