Los contratos que ya se encuentran ‘amarrados’ para construir el Nuevo
Aeropuerto Internacional de México (NAIM) representan a la fecha
alrededor del 74 por ciento del valor total de la obra, según datos
del Gobierno federal.

El monto otorgado en contrataciones reportado hasta marzo alcanza 137
mil 233 millones de pesos, mediante 321 procedimientos de contratación
y 225 proveedores, lo que equivale al 73.7 por ciento del valor total
estimado de la obra, de acuerdo con el sitio del propio proyecto.

Según información proporcionada por la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público (SHCP), se calcula que el valor total de la
construcción del nuevo aeropuerto ascenderá a 186 mil 123 millones de
pesos.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO), candidato de la coalición Juntos
Haremos Historia, que competirá por tercera vez consecutiva por la
presidencia, ha reiterado que cancelará el proyecto del nuevo
aeropuerto y planea sustituirlo con la construcción de dos nuevas
pistas en la terminal militar de Santa Lucía, para que operen
simultáneamente con el actual aeropuerto de la Ciudad de México.

Incluso, anunció la semana pasada que su equipo prepara medidas
legales para impedir que el Gobierno entregue más contratos para la
construcción de la nueva terminal, que, dice, se está hundiendo porque
está asentada en un terreno inconveniente.

La amenaza de cancelar la construcción del NAIM le ha costado a AMLO
severas críticas por parte de empresarios y funcionarios.

AMLO sugirió el viernes convocar a un grupo de expertos propuestos por
su partido, el Gobierno y empresarios, para evaluar el proyecto y
determinar si procede o no. “Vamos a revisar técnicamente el proyecto
sin asustar a nadie”, dijo en un evento ante empresarios de la
construcción. Al respecto, el presidente del Consejo Coordinador
Empresarial, Juan Pablo Castañón, dijo que acepta la propuesta, la
cual reduciría la incertidumbre financiera.

Lideran Licitaciones públicas

Dentro de los procedimientos de contratación, el Gobierno federal
reportó que el 87.1 por cientode éstos se otorgaron mediante
licitaciones públicas, mientras que el 6.4 por ciento se ofertaron
mediante convenios de colaboración.

En cuatro por ciento de los contratos se utilizó el procedimientos de
“invitación a tres” (incluye el concurso de diseño); el dos por ciento
fueron contrataciones formalizadas y cedidas al Grupo Aeroportuario de
la Ciudad de México (GACM) por Aeropuertos y Servicios Auxiliares
(ASA) y finalmente el 0.4 por ciento fueron adjudicaciones directas.

Se prevé que alrededor del 75 por ciento de la inversión total de la
AICM se destine a infraestructura aeroportuaria, lo que incluye la
terminal, torre de control, pistas, instalaciones auxiliares); que un
12 por ciento se dirija a diseño, ingeniería y gestión del proyecto;
un 10 por ciento se utilice en obras hidráulicas (lagunas, túneles y
canales) y que un tres por ciento se ocupe en obras sociales.

La edificación más costosa de la obra será la construcción de la
terminal, que asciende a 84 mil 828 millones de pesos, lo que
representa el 45.6 por ciento del valor total del NAIM. El aeropuerto
contará con cinco mil hectáreas de superficie, y se prevé que en una
fase inicial cuente con tres pistas en operación simultánea y una
terminal. Se estima que transportará 70 millones de pasajeros con un
promedio de 191 mil diarios.

Amparos serían improcedentes

Héctor Saúl Ovalle, director general de Coconal, aseguró que no son
procedentes los amparos que pretende promover López Obrador para
frenar la entrega de contratos.

Indicó que, en todo caso, las empresas afectadas “contraatacarían” de
igual forma, aunque su escenario base es que se continuará con el
proceso de licitaciones. “Hay muchas cosas que están ahí muy
viscerales y poco reflexionadas, como cambiar a los contratistas a
Santa Lucía; legalmente no se puede, porque hay un Estado de derecho y
porque los contratos tienen un objeto y además el aeropuerto está en
un buen nivel de avance”, dijo.