La monopolización y la especulación de vehículos usados son la
sorpresa para el paisano en esta temporada de arribo, al tener al
borde de la sepultura este tipo de operaciones aduaneras.

El excedente de requisitos hace desistir al paisano que busca
regularización sus vehículos para dejarlo en sus ciudades de origen en
México, así también al residente fronterizo y provienen del interior
del país por este tipo de operaciones.

Este tipo de operaciones de comercio internacional suman en la
frontera una caída del más del 80 por ciento, debido a la disparidad
de precios de operación, –reducida además por la Aduana en un número
de 20 por día– y otro tanto por y la monopolización del servicio de
validación.

Entrevistas realizadas en varios negocios dedicados a la importación
de vehículos usados, hicieron saber que estas operaciones ahora son
exclusivamente a través de la Confederación de Asociaciones de Agentes
Aduanales de la República Mexicana (CAAAREM), quien solamente cuenta
con el validador Carfax.

“Sin duda es una acción monopólica si se considera que ahora tenemos
que comprar este tipo de servicio que da el Carfax a la CAAAREM para
la validación de cada vehículo y pueda sea internado legalmente a
territorio mexicano”, dijo Consuelo de la Rosa, empleada de la
Importadora MyC.

Dijo que desde que entró en vigor la operación de validadores Carfax y
Autocheck, validadores que indican historial y/o procedencia del
vehículo y que avala que cumple con los requisitos de estado mecánico
así como de su propietario, fue restringida solamente para su uso a la
Asociación de Agentes Aduanales con enlace exclusivo a la CAAAREM.

“Al ser un requisito único para su manejo de la Asociación de Agentes
Aduanales, inmediatamente semiparalizó la importación de vehículos,
para dejar además sin operaciones a varias comercializadores”, dijo.

Señaló que anteriormente la comercialización de autos americanos
usados se deba a través de 40 validadores que utilizaba un mismo
número de proveedores y hoy sólo tiene la exclusividad CAAAREM.

“Esto es totalmente un abuso de autoridad, además de que esta
disposición es restringida para su operación y beneficio de otras
empresas y a decir verdad ni CAAAREM cumple con los requisitos al no
aportar la información que según requiere el SAT”, dijo Esteban del
Bosque, coordinador de importaciones en una comercializadora.

Como oportunamente se publicó en este medio, la modificación a la
Regla 1.8.2 de Comercio Exterior por parte de autoridades del Servicio
de Administración Tributaria (SAT) aplican desde el año pasado,
ineludibles en su cumplimiento para la importación de vehículos usados
extranjeros.