Operadores de Tractocamión o de los llamados transfers, sufrieron ayer por horas largas filas que se extendieron hasta por seis kilómetros, lo que causó molestia entre los usuarios del transporte de carga.

Esta situación coincide con las amenazas del presidente de EU, Donald Trump, de cerrar la frontera y con su decisión de asignar agentes del CBP a otras labores de seguridad en la frontera.

Ayer, la fila llegaba más allá del llamado trébol del entronque entre la Carretera a Piedras Negras y el libramiento Mex II que va directo al puente, para circular hacia el norte y en el ingreso por Carretera Piedras Negras casi llegaba a la altura de la entrada de Setasa.

Los operadores indicaron que estos retrasos que los tuvieron en la fila por más de tres horas, se deben a la lentitud de operación en el lado americano.

“Ayer estaban operando como cinco módulos de los que tienen en servicio, por lo general son cuatro del Fast y cinco de normal, son nueve en total, ayer estaban operando como cinco nada más”, dijo Eder Pérez, quien al momento de la entrevista tenía más de una hora esperando.

Los camiones avanzaban lentamente, como si fueran empujados a duras penas, ya después de minutos apenas alcanzaban a moverse un par de metros.

“Sale mejor llegar caminando ahorita, estamos batallando mucho para cruzar, no sabemos por qué se está poniendo así, no les pedimos nada, solo que agilicen porque luego la gente desesperada se viene en contra y se producen accidentes”, Mauro Silva.

Y es que la desesperación era tal, que los tráilers cruzaban el camellón central de manera poco segura, incluso en el momento que este grupo informativo se encontraba en el lugar de los hechos, un camión sin carga se quedó varado en el centro al tratar de cruzar.

Muchos de los operadores se bajaban a comer, ya que la espera fue larga, esto sin contar las pérdidas que les genera el solo realizar un cruce.

“Yo traje lonche por lo mismo, porque ya sabemos lo que es, ayer también se tardaron, estuvo igual, nada más alcanza uno a hacer un cruce”, dijo Eder Pérez.

En un día normal, comentan que realizan de tres a cuatro cruces, mientras que en incidencias como estas, solo alcanzan hacer uno.
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