El nuncio Franco Coppola declaró que están recabando información para
elegir al candidato idóneo que sustituirá al arzobispo primado de
México, Norberto Rivera Carrera, quien actualmente es investigado por
la PGR por el presunto encubrimiento de 15 sacerdotes pederastas.

La selección está a cargo de la nunciatura, la cual deberá estudiar la
situación de la Diócesis de la Ciudad de México, misma que deberá
proponer ante el Papa Francisco algunos nombres de obispos o
sacerdotes quienes podrían cumplir con el perfil.

“Aún no hay fecha del nuevo nombramiento, pero se necesita un pastor
que conozca este mundo moderno y que ofrezca a todos, adultos, niños,
a los jóvenes, el camino que el Señor propone a cada uno de nosotros
por este tiempo. El mundo moderno ofrece muchas oportunidades y
peligros, tentaciones, y tendrá muchas oportunidades y desafíos”,
manifestó.

El 6 de junio, el cardenal Rivera Carrera presentó ante el Nuncio su
renuncia al cargo de arzobispo primado de México, tras cumplir 75
años, tal y como lo marca el Código de Derecho Canónico. Además
monseñor Coppola, durante su segunda visita en Nuevo Laredo, se reunió
con los jóvenes seminaristas, posteriormente se trasladó a bendecir el
terreno donde se construirá el Seminario Mayor de Nuevo Laredo, que se
ubica en el fraccionamiento El Campanario.

Desde la entrada a la colonia, matlachines le dieron la bienvenida,
mientras que decenas de fieles creyentes esperaban bajo los rayos del
sol en el lugar donde será el seminario, mismos que al verlo se
acercaron para saludarlo y pedirle su bendición.

Comentó que la construcción del seminario será una riqueza más de la ciudad.

“Significa también que los jóvenes en edad universitaria que quieran
ser sacerdotes, se quedarán aquí, no tendrán que migrar, además está
en el corazón de México, porque hay gente de todo México que llega a
vivir aquí, hay aporte de todo México aquí en Nuevo Laredo”, expresó.

Continuando con su visita, arribó a la capilla de San Juan Pablo II de
la cuasi parroquia Santo Toribio Romo, en la colonia Insurgentes,
donde brindó unas palabras a la comunidad religiosa, incluso un hombre
al escucharlo se arrodilló ante él y derramó lágrimas mientras le
agradecía su presencia.