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Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La administración municipal de Nuevo Laredo, encabezada por Carmen Lilia Canturosas Villarreal, ha sido objeto de críticas por su notable nepotismo, lo que contraviene las directrices establecidas por la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Mientras la promesa de un gobierno austero y transparente resuena en las políticas nacionales, en Nuevo Laredo parece que el acceso al poder se ha convertido en un asunto de familia.
Desde que asumió su cargo, Canturosas ha rodeado su gestión de familiares y allegados, priorizando la lealtad sanguínea sobre el mérito. Cinthia Canturosas Villarreal ocupa la presidencia del Patronato del Sistema DIF, mientras que otra de sus hermanas, también llamada Cinthia, es la directora del Instituto Municipal para la Mujer.
Además, su madre, Claudette Villarreal de Canturosas, preside la Fundación Carlos Canturosas, consolidando aún más la influencia de la familia en la administración pública.
Este patrón no se limita solo a la familia Canturosas. El profesor César Bolaños, quien se desempeña como jefe del CREDE, también ha asegurado una posición privilegiada en el gobierno municipal.
Su esposa, la profesora Julia Elida Ortega de los Santos, ha sido nombrada directora de Vinculación Social, lo que sugiere que las relaciones familiares son un criterio determinante para acceder a puestos clave en la administración.
El nepotismo, lejos de ser un fenómeno aislado, parece estar normalizado en esta gestión, lo que plantea serias preguntas sobre la ética y la transparencia del gobierno municipal.
A medida que se inician los trabajos para el periodo 2024-2027, los ciudadanos de Nuevo Laredo exigen que se respeten los principios fundamentales de Morena y se eliminen las prácticas que favorecen a unos pocos en detrimento del bienestar de la comunidad.
