Buscan tranquilidad, pero poco a poco el sector que eligen para vivir
se convierte en uno de los más abandonados y vandalizados.

Luis Ballesteros es originario de Nuevo Laredo, obtuvo su casa
directamente con la constructora, hace 10 años, eligió el
fraccionamiento El Campanario, su tranquilidad fue uno de las
características que tomó en cuenta para la elección de su patrimonio;
pero hoy es todo lo contrario.

“Los vecinos no duran ahí, y apenas dejan las casas y poco a poco
llegan los malvivientes y les quitan ventanas, rejas, tumban puertas y
las rayan. Yo me vine para acá porque estaba muy tranquilo cuando
recién se construyó, pero hoy lamentablemente nada es igual”, declaró.

Esta situación también se ve en otras colonias, principalmente al
poniente de la ciudad, catalogado por algunos investigadores como la
parte desconocida de Nuevo Laredo, separadas por una vialidad. El
crecimiento urbano se ha dado sin control y el problema es de las
autoridades municipales que autorizan a constructoras la compra de
terrenos a bajos costos para edificar viviendas con un alto precio
para el usuario; sin seguir un adecuado plan de desarrollo.

“Cuando me ofrecieron la casa, me la pintaron bien bonito. Me dijeron
que este sector era el que estaba creciendo y que habría una mayor
plusvalía por las industrias. Han pasado más de 11 años que me vine a
vivir aquí y estamos peor que cuando llegué”, expresó Alfonso Juárez,
vecino de El Campanario.

Ambos testimonios, señalaron que muchas de las viviendas fueron
habitadas y desalojadas, al poco tiempo destruidas por personas sin
oficio ni beneficio.

Algunas de ellas se han apoderado de las viviendas de manera ilegal,
pues hasta luz tienen, sin medidor, sin facturas de electricidad y sin
autoridades que regulen o vigilen este grave problema, también en
colonias como: Toboganes, Los Ángeles, Lomas del Río, Villas de San
Miguel y El Progreso.

“Mis vecinos se fueron, me dejaron encargada la casa; pero me enfermé
y estuve 15 días hospitalizada, cuando regresé la casa ya no tenía
ventanas, ya la habían destruido. Incluso le siguen llegando
notificaciones de Infonavit, él va al corriente, pero jamás ha vuelto.
El problema aquí es la seguridad. Muchos nada más están esperando a
que alguien se está moviendo para atacar”, comentó una vecina de
Valles de Anáhuac.

De acuerdo al Inventario Nacional de Vivienda 2016, Nuevo Laredo tiene
131 mil 414 viviendas particulares, de las cuales 27 mil 548 están
abandonadas, generando no sólo una mala imagen para la ciudad, también
representa un problema de salud e inseguridad para la sociedad.

Además del desinterés por parte de las autoridades en brindar una
mejor calidad de vida, pues estos fraccionamientos ya ni calles
tienen, con el tiempo el concreto se ha desgastado y no han hecho
ninguna reparación pese a los constantes reportes de quejas, al igual
que otros servicios básicos y primordiales que fueron captados por EL
MAÑANA a través de un recorrido por seis de las colonias más afectadas
por el abandono de viviendas.

FRACCIONAMIENTOS

Lomas del río

Reservas territoriales

Toboganes

Los ángeles

Valles de anáhuac

Villas de san miguelvillas de san miguel