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Nuevo Laredo, Tamaulipas – Un nuevo cierre de la calle Campeche, que abarca desde la avenida Ocampo hasta Aquiles Serdán, está causando estragos económicos en los comerciantes de la zona, quienes reportan pérdidas de hasta un 70% en sus ventas. Esta situación se repite apenas dos meses después de un cierre similar que ya había dejado importantes afectaciones a los negocios establecidos en el área.
La falta de clientes era evidente en un famoso restaurante de pollos, que, en lugar de recibir una alta afluencia como es habitual, solo contaba con los trabajadores presentes. “El estacionamiento está vacío porque no hay acceso; la situación es insostenible”, lamentó el propietario del negocio. La ausencia de información clara sobre las obras que se están realizando agrava la frustración de los comerciantes, quienes sienten que su bienestar ha sido ignorado por el Gobierno Municipal.
En el tramo que se está repavimentando, entre la avenida Reynosa y Lerdo de Tejada, se pueden observar grandes pozos en la vía, aparentemente relacionados con conexiones de agua para los negocios. Esto se suma a la percepción de que las obras no están avanzando de manera eficiente, lo que genera aún más incertidumbre entre los comerciantes y sus clientes.
A medida que los conductores buscan rutas alternas debido a los cierres, también enfrentan el impacto del aumento en el costo de la gasolina, lo que complica aún más la situación económica de las familias en la zona.
Los comerciantes, junto con la ciudadanía, están pidiendo una respuesta efectiva del Gobierno Municipal que preside Carmen Lilia Canturosas y de la Secretaría de Obras Públicas, ya que consideran que la falta de planificación y comunicación ha llevado a un deterioro significativo de la economía local. “Necesitamos que se tomen en cuenta nuestras necesidades y que se garantice la continuidad de nuestras operaciones”, expresó uno de los afectados.
El panorama es sombrío para quienes dependen de estos negocios, y la falta de acción inmediata por parte de las autoridades puede agravar aún más una crisis que ya es palpable en la comunidad.
