Hoy en día, México debe impulsar el crecimiento económico a fin de alcanzar su potencial y convertirse en una economía próspera, por ello debe retomar condiciones de crecimiento económico sostenido, que se han perdido a raíz del predomino de las políticas de liberalización económica y de estabilidad monetaria-cambiaria, en la gran mayoría de las economías en desarrollo.
Así lo manifestó la Licenciada en Mercadotecnia, Giselle Arellano al agregar que dichas políticas se encaminan a crear condiciones de confianza y rentabilidad a favor del capital financiero, a costa de configurar contextos recesivos y de descapitalización de la esfera productiva, y del aumento de la vulnerabilidad externa de nuestras economías.
Pero para lograrlo, aseguró que México necesita impulsar la inversión, la productividad y el empleo para así obtener una economía moderna, competitiva y dinámica que atraiga más inversiones naciones y extranjeras que den impulso al crecimiento económico, ya que éstas ayudarán a mejorar la productividad y el empleo, generando así, ingresos para el país.
De manera que, puntualizó Giselle Arellano que para recuperar el crecimiento económico; se requiere de una participación del Estado en la economía, diferente de la que ha mantenido hasta ahora ya que el libre movimiento de capitales y la internacionalización de los mercados financieros, obligan a instrumentar políticas de estabilidad monetaria-cambiaria para evitar las prácticas especulativas o la inversión de capitales golondrinos.
Agregó que se debe  modificar nuestra inserción en la economía mundial, ya que la dinámica económica exigiría a México, mejorar la productividad para que las empresas sean más competitivas y donde se fomente el uso de las tecnologías y la innovación; con el fin de impulsar de manera externa, el desarrollo económico del país.
En este renglón, Giselle Arellano agregó que de acuerdo a datos del Banco Mundial, en el 2019, Estados Unidos compró el 84 por ciento de las exportaciones mexicanas lo que viene a propiciar un mayor crecimiento económico en México, el cual por su amplia gana de recursos naturales, lo hace atractivo para las inversiones extranjeras de las cuales, el país recibió el 2.5 por ciento de inversiones extranjeras directas, lo que le permite nuestro país; ir creciendo en materia económica.
De manera que México, -concluyó Giselle Arellano-, debe fortalecer las políticas encaminan a crear condiciones de confianza y rentabilidad a favor del capital financieras, en virtud de establecer una relación de causalidad inversa entre la tasa de interés y el nivel de actividad económica, pues se hace evidente que algunas de las políticas monetarias expansionistas, no solo no logran estimular la economía, sino que en realidad la contraen, por lo tanto, se hace cada vez más evidente que el problema de México; no es fundamentalmente económico, sino político, que no permite que la economía en nuestro país; se reestructure y mucho menos que de la estabilidad y libertad financiera a los mexicanos; que se encuentran bajo el yugo de un sistema político, dominado por una élite política, cuyo interés no es el bienestar general de la población, sino el mantenimiento del status que les permite conservar el control político y económico del país.