En medio de la crisis de inmigración, cientos de personas continúan con el agua al cuello en el lado mexicano de la frontera sin poder ingresar a los EU para verificar el status de su petición de asilo político.

México ha rechazado en un par de ocasiones ser un «tercer país seguro» y Estados Unidos no permite que ciudadanos de otros países soliciten asilo cuando atraviesen ilegalmente un tercer país, lo que hace que la frontera mexicana se vea afectada, como sucede en el caso de los africanos estacionados en Chiapas que pretenden obligar al gobierno mexicano a concederles facilidades para llegar a EU.

Las organizaciones voluntarias que desean continuar ayudando ahora tienen que ir más allá para hacerlo. Una nueva red tiene como objetivo reunir a los ayudantes y aquellos que necesitan su ayuda.

Los voluntarios están cruzando la frontera para ayudar a los cientos varados bajo los Protocolos de Protección de Migrantes. Los migrantes están siendo enviados a un estado fronterizo plagado de violencia.

Gaby Zavala, voluntaria, conoció a un padre y una hija desesperados por salir. «Ellos (las organizaciones criminales) lo amenazan constantemente. Dicen: ‘su hija es tan hermosa. Vamos a quitártela y la vamos a vender'», dijo Zavala.

Y lo hicieron, dice Zavala.

El padre y su pequeña hija fueron secuestrados mientras esperaban para solicitar asilo en Reynosa, Tamaulipas, México.

Se escaparon de sus secuestradores y cruzaron a los Estados Unidos para buscar alivio. El padre y la niña fueron enviados de regreso a Tamaulipas bajo MPP.

Zavala está trabajando con él y muchos como él a través de la red que ella creó, Asylum Seeker Network of Support.

«Tratamos de atender sus necesidades básicas como trabajo de estilo de gestión de casos. Entonces, si necesitan comida, necesitan ropa, tratamos de dárselos, pero además estamos tratando de conectarlos con herramientas y equipos para que puedan conseguir trabajo «, explicó Zavala.

Ella comenzó a trabajar como voluntaria en la Iglesia Bautista West Brownsville, donde se convirtió en directora del centro de relevo.

Luego amplió sus esfuerzos y creó la red. Zavala adquirió un edificio en Matamoros donde estaría ubicado. Los problemas de seguridad la obligaron a seguir buscando.

Ahora están considerando invertir en un laboratorio móvil, por lo que pueden moverse si es necesario. Aun así, el trabajo nunca se detuvo. Ni siquiera cuando entró en su tercer trimestre.

Zavala trabaja con un grupo de voluntarios que hacen llamadas para conectar a los migrantes con abogados, bienes o servicios, coordinan eventos o actúan como enlaces entre los migrantes y sus consulados.

También están trabajando en la recopilación de datos.

«Muchos de los estudios que estamos creando son para correlacionar sus condiciones con las políticas con la esperanza de agrupar todos esos datos y crear hojas de datos que sirvan para educar al Congreso y a los responsables políticos», explicó Zavala.

Nace una esperanza

>Adquieren un edificio en Matamoros donde estaría ubicado para monitorear todo el Valle en busca de migrantes en problema.

>En la red trabaja grupo de voluntarios que hacen llamadas para conectar a los migrantes con abogados.

 >Ahora consideran invertir en un laboratorio móvil, por lo que pueden moverse si es necesario.

> Coordinan eventos o actúan como enlaces entre los migrantes y sus consulados.

>También están trabajando en la recopilación de datos.