El proyecto de ley SB9 espera ser votado esta semana en el capitolio en Austin en el pleno del Senado estatal.
La propuesta sanciona como un delito mayor en el Código Penal de Texas, el hecho de cometer errores en el registro de votación, por ejemplo, al equivocarse al escribir el código postal.
Hoy en día, esto es un delito menor, pero con este proyecto esto puede costarle a la persona hasta dos años de prisión y $10,000 de multa.
Según el texto de la iniciativa, puede incurrir en el mismo delito quien envíe una boleta electoral provisional sin estar registrado o intenta hacerlo, erróneamente, en un distrito diferente al que le corresponde.
De acuerdo con una serie de organizaciones pro derechos civiles que enviaron recientemente una carta a los congresistas en Austin, en las elecciones de 2018 hubo 9,608 votantes a quienes se les rechazó su sufragio por estas razones.
Así mismo, crea un nuevo delito a quien obstruya la entrada a un sitio de votación dentro de un radio de 1,000 pies, el cual da hasta seis meses de prisión y una multa de $2,000.
Los críticos del proyecto, aseguran que también hace más difícil el prestar ayuda a las personas mayores que deben ser llevadas a los puestos de votación, ya que tendrán que firmar nuevos formularios que acrediten que también pueden votar.
El autor del proyecto es el congresista republicano Bryan Hughes, de Mineola (Texas), una pequeña ciudad ubicada a unas 85 millas al este de Dallas.
Hughes, en declaraciones recientes al National Public Radio (NPR) dijo que la iniciativa está enfocada “en aquellas personas que a propósito engañan y no en aquellos que cometen un error sin intención”.
El tema ha llamado la atención de figuras demócratas como la excandidata a la gobernación de Georgia, Stacey Abrams, quien su cuenta de Twitter escribió que este proyecto “podría hacer más difícil registrarse para votar y hacer que menos votos de texanos sean contados. Debemos luchar contra la supresión de votantes”.