Por Raúl S. Llamas
Laredo, Texas – Las recientes redadas llevadas a cabo por la Patrulla Fronteriza (Border Patrol) han generado una ola de temor entre las comunidades inmigrantes en diversas ciudades de Estados Unidos.
Usuarios de redes sociales reportaron un incidente en Laredo, Texas, donde las acciones de los uniformados se salieron de control.
Desde que Donald Trump asumió la presidencia y firmó decretos ejecutivos para endurecer las políticas migratorias, los operativos de las agencias federales, incluido el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), han ido en aumento.
Según datos oficiales, más de cinco mil inmigrantes indocumentados han sido detenidos en las últimas semanas, como parte de una estrategia que el gobierno ha justificado como una ofensiva contra criminales y personas con órdenes de deportación pendientes.
Sin embargo, activistas y abogados de inmigración advierten que las redadas han impactado a personas que llevan años viviendo en el país sin antecedentes penales, e incluso a algunos con estatus legal o con el Estatus de Protección Temporal (TPS).
“Nos preocupa que, bajo el pretexto de capturar a delincuentes, se estén realizando arrestos indiscriminados, afectando a familias trabajadoras y separando a niños de sus padres”, expresó María Rodríguez, directora de una organización proinmigrante en Texas.
Las redadas se han concentrado en ciudades con alta presencia de inmigrantes, como Los Ángeles, Houston, Nueva York y áreas fronterizas como Laredo y El Paso.
Testigos reportan operativos en domicilios, lugares de trabajo, estaciones de autobuses y comunidades residenciales.
En algunos casos, los agentes han exigido documentos a personas en la vía pública, lo que ha generado críticas sobre posibles violaciones a los derechos civiles.
Ante el temor creciente, organizaciones comunitarias han intensificado sus campañas de orientación legal, instando a los inmigrantes a conocer sus derechos y evitar abrir la puerta a agentes sin una orden judicial.
Mientras tanto, el gobierno federal ha reiterado que las acciones de control migratorio continuarán, asegurando que solo buscan hacer cumplir las leyes del país.
La incertidumbre persiste entre miles de inmigrantes que temen ser el próximo objetivo de estas redadas, mientras activistas y abogados preparan estrategias para defender a quienes sean detenidos en estos operativos.