Un asesino convicto que escapó el mes pasado de un autobús de prisioneros en Texas murió en un tiroteo con policías, pocas horas después de que fuera nombrado el principal sospechoso del asesinato de cuatro niños y un adulto en una casa en el condado de Leon, dijeron a CNN las autoridades.
Gonzalo López huyó de la casa en un camión que luego quedó inutilizada con una tira de clavos en la ciudad de Jourdanton, dijo Jason Clark, del Departamento de Justicia Criminal de Texas, en una conferencia de prensa.
López estrelló el vehículo y luego participó en un tiroteo con los agentes, dijo. «Disparó varias rondas a los agentes y estaba armado con un AR-15 y una pistola», dijo Clark, y agregó que creen que las armas de fuego probablemente fueron robadas de la casa en Centerville donde mataron a la familia. Ningún agente resultó herido.
Las víctimas fueron identificadas como cuatro estudiantes del Distrito Escolar Independiente de Tomball y su abuelo, según una carta enviada a la comunidad del distrito por Martha Salazar-Zamora, la superintendente.
“La pérdida de un estudiante, por cualquier motivo, es desgarradora, pero perder cuatro de una manera tan trágica es insoportable”, decía la carta. «Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia y los amigos de estos queridos estudiantes y su abuelo».
El distrito ha hecho arreglos para el asesoramiento de duelo para cualquier estudiante que pueda necesitarlo, agrega la carta.
Las víctimas fueron identificadas como Mark Collins, de 66 años, junto con cuatro de sus siete nietos: los hermanos Waylon, de 18, Carson, de 16, y Hudson, de 11, y su primo, Bryson Collins, de 11, según un comunicado de la familia proporcionado a CNN por el cuñado del abuelo, David Scarbrough.
La familia era «muy unida y de profunda fe», dijo el pastor de la familia Steve Bezner durante una conferencia de prensa el viernes. Los servicios para la familia no han sido anunciados.