Por: Redacción
Vaticano.-
De manera inesperada y para alegría de miles de creyentes, el Papa Francisco apareció este domingo en la Plaza de San Pedro del Vaticano, marcando el inicio de la Semana Santa con una imagen esperanzadora: en silla de ruedas, sin oxígeno y visiblemente más recuperado tras su reciente hospitalización.
La presencia del Pontífice no estaba confirmada, lo que hizo que su aparición en el altar central fuera recibida con aplausos y emoción.
“Buen Domingo de Ramos, buena Semana Santa”, dijo el Papa con voz firme al término de la misa, mientras saludaba a los fieles que aguardaban con devoción el tradicional mensaje.
La imagen del Santo Padre, debilitado pero presente, envió un poderoso mensaje de resiliencia al mundo católico, en una ceremonia que abre paso a los días más significativos del calendario litúrgico.