El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, llegó a Corea del Norte
para su tercera cumbre, posiblemente la más exigente, con Kim Jong-un,
en la que espera romper el estancamiento en las conversaciones con EU
sobre la desnuclearización del Norte e insuflar energía para mejorar
las relaciones entre las naciones.
Con una estampa ya familiar de los dos líderes intercambiando abrazos,
Kim recibió a Moon en el aeropuerto de Pyongyang. Los dos mandatarios
se reunieron en dos ocasiones este año en la localidad fronteriza de
Panmunjom, pero la visita de Moon es la primera de un líder surcoreano
a la capital del norte en 11 años.
Con Moon viajan magnates de los negocios, como el heredero de Samsung,
Lee Jae-yong, lo que demuestra la esperanza del líder de ampliar los
proyectos empresariales transfronterizos. En la actualidad, los
negocios entre las naciones están estancadas por Washington.
Se espera que Moon se reúna con Kim también hoy, según su jefe de
gabinete. Si estos encuentros salen bien, los dos líderes pueden
anunciar de forma conjunta los resultados. Moon regresará a Seúl el
jueves.
Moon y su esposa, Kim Jung-Sook, fueron recibidos por Kim y la suya, Ri Sol Ju.
“Es muy importante que Corea del Sur y del Norte se reúnan con
frecuencia, y estamos llegando a una fase en la que podemos reunirnos
siempre que queramos”
Moon Jae-in
Presidente de Corea del Sur
Miles de norcoreanos saludaron y agitaron ramos de flores y banderas
nacionales y de unificación. Soldados y tropas navales locales se
cuadraron para recibir a Moon, y los dos políticos, en una revista de
la guardia de honor, según las imágenes del grupo de medios
surcoreanos desde el lugar. Un cartel decía: “Damos fervientemente la
bienvenida al presidente Moon Jae-in”.
Coincidiendo con la llegada de Moon a la hermética nación, el
principal periódico norcoreano dijo que EU era responsable de la falta
de avances en las conversaciones para la desnuclearización.
“EU es el culpable de las estancadas negociaciones”, dijo el editorial
Rodong Sinmun. “Insiste obstinadamente en que el Norte destruya sus
armas, una postura que ya fue rechazada, al tiempo que no tuvo la
voluntad de generar confianza”.
Moon está sometido a una intensa presión de Washington para avanzar en
el proceso de desnuclearización. Antes de iniciar su viaje dijo que
buscaba una “paz irreversible y permanente” y un mejor diálogo entre
Pyongyang y Washington.
“Esta es una señal muy importante para el lugar donde se reanudaron
las conversaciones entre Corea del Norte y los Estados Unidos”, dijo
Moon, el martes por la mañana antes de viajar a la capital norcoreana.
“Es muy importante que Corea del Sur y del Norte se reúnan con
frecuencia, y estamos llegando a una fase en la que podemos reunirnos
siempre que queramos “.
Su jefe de personal, por su parte, intentó rebajar las expectativas de
grandes avances sobre el futuro del arsenal nuclear de Kim.
