No cabe duda de que existe un gran número de desafíos para los emprendedores, aseguró la Licenciada en Mercadotecnia Giselle Arellano al agregar que no solo deben ser capaces de crear y lanzar un producto de alto rendimiento, con una mínima inversión y con poca ayuda, sino que, además, deben enfrentar el reto de establecer y posicionar su producto.
En este sentido, considero que resulta mucho más difícil para un migrante, emprender en un país extranjero durante las primeras tres etapas, las que están perfectamente definidas a nivel de inversión, desarrollo, captación de clientes, además de enfrentar el análisis de precios y de cómo llegar a un conocimiento profundo del mercado así como comprender las estrategias para lo que está diseñado con el fin de ser punta lanza en el mercado.
Destacó que el migrante que busca ser emprendedor en un país extranjero debe tener en cuenta que debe ser audaz, innovador, creativo y abierto al cambio, ya que el iniciar una empresa debe poner atención en la infraestructura empresarial del país de acogida, en dónde en primer término se enfrentará a la barrera del idioma, para después encontrarse con el sistema legal así como a las instituciones financieras y a la red de otras empresas, lo que hace que sea increíblemente desafiante para los inmigrantes iniciar algún proyecto su propia empresa.
En este tenor, Giselle Arellano destacó que existen muchos caso de migrantes que han tenido éxito, pero muchos más no, debido a la falta de información y apoyo, lo que ha ocasionado altos niveles de ansiedad y depresión entre los empresarios inmigrantes, así como tensiones familiares en torno a la adaptación a una nueva vida en el país vecino donde los empresarios migrantes enfrentan desafíos adicionales a los que enfrenta cualquier ciudadano americano.
En este contexto, agregó que si un emprendedor decide emigrar a Estados Unidos, en la generalidad enfrenta en un primer momento desafíos e inversiones de tiempo, energía, emociones y dinero al buscar establecerse en el nuevo país, lugar en donde el migrante en una segunda fase, buscará aplicar con éxito sus habilidades comerciales, conocimientos de gestión y redes para producir una empresa comercial viable que le permita no solo crear empleos a los mismos connacionales sino fortalecer su economía familiar.
Sin embargo, Giselle Arellano apuntó que Estados Unidos está conformado por pequeñas empresas de paisajismo y restaurantes locales hasta empresas Fortune 500, cuyos propietarios son inmigrantes, muchos de los cuales no tienen ni una licenciatura, de hecho –agregó-, los inmigrantes menos calificados inician negocios más rápidamente que aquellos con una licenciatura y que los mismos ciudadanos estadounidenses.
En este sentido, subrayó que recientemente, el Comité Económico Conjunto de los Estados Unidos señaló que los inmigrantes son fundamentales para la economía de ese país además de que están impulsando la recuperación económica tras la pandemia del COVID-19 ya que como se señaló con anterioridad, más de la mitad, alrededor del 55 por ciento de las empresas emergentes del país vecino, con un valor de mil millones de dólares o más; tienen al menos un fundador inmigrante.
Añadió que históricamente, los empresarios nacidos en el extranjero han desempeñado un papel clave en el impulso de la innovación y el crecimiento del empleo en América del Norte y sus esfuerzos son fundamentales para crear una economía más resistente, por lo que son entonces los inmigrantes quienes tienen un 80 por ciento más de probabilidades de iniciar un negocio que los nacidos en Estados Unidos.
Para finalizar, Giselle Arellano afirmó que esos negocios crean un 42 por ciento más de empleos en el país norteamericano, que los iniciados por propietarios nativos, aunque hoy en día, Estados Unidos no es el faro de esperanza para los migrantes que alguna vez fue, ya que existen alrededor de 4,3 millones de solicitudes de creación de empresas, lo que dificulta la creación de éstas y desalienta el espíritu empresarial de quien busca ser emprendedor en el país del sueño americano.
** Giselle Arellano es Lic. en Mercadotecnia por el ITESM y la California State University of Northridge. Ha realizado estudios de post grado en el IPADE Business School. Precursora de los Objetivos del Desarrollo Sostenible definidos por la ONU, e impulsora para disminuir la brecha de participación de mujeres de alto impacto social y los niños.
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