En el desayuno, después de comer o por la tarde, beber café es una de
las prácticas a las que están acostumbradas cientos de personas en el
mundo.

Se estima que una persona en promedio consume 1.4 kilogramos de este
grano, mientras que los finlandeses 12 kilogramos, los noruegos 10, y
los suecos y holandeses 8.3 kilogramos.

Pero, ¿qué pasa con los residuos que se quedan en el filtro de la
cafetera? Solo basta un poco de creatividad para hacerlos
reutilizables.

Así nació Kaffeefoorm, proyecto del diseñador de origen alemán, Julian
Lechner, quien recicla estos posos de café y los convierte en tazas.

Para esto, mezcla los granos con madera y celulosa; espera a que
sequen para que de esta manera conserven mejor la forma.

Estos recipientes son de larga duración, pues resisten al calor,
humedad y lo mejor: es que son ecofriendly.

Tras experimentar por años, este creativo logró obtener un modelo
elegante de tazas y platos para un uso constante.