Di Casso Ristorante: el rincón europeo que conquistó el paladar neolaredense

30 Mar 2025 | Gastronomía

Por Raúl S. Llamas

Nuevo Laredo, Tamaulipas

Ubicado en la creciente y gastronómica calle Campeche, Di Casso Ristorante ha logrado un lugar propio y merecido en el gusto de quienes buscan algo más que una comida: una experiencia.

En una ciudad donde la oferta gastronómica crece, pero pocas propuestas logran sorprender de verdad, este restaurante no solo sirve platillos, sino que construye momentos.

Lo que lo distingue es la detallada curaduría de su menú, elaborado con ingredientes directamente traídos de Europa, brindando un sabor auténtico que resulta difícil de encontrar en la región.

Desde la entrada, un imponente queso Grana Padano de 70 kilos, traído desde Italia, da la bienvenida como si se tratara de un anfitrión milenario que guarda los secretos de la buena mesa.

Con él se preparan al instante distintas pastas frente al comensal, fusionando espectáculo, aroma y tradición.

Uno de los platillos estrella es, sin duda, la Pasta Di Casso, preparada con destreza y amabilidad por Cecilia justo frente a tu mesa.

El queso fundido, la pasta al dente y la mezcla precisa de ingredientes logran un equilibrio que emociona al paladar.

Es un platillo que habla por sí mismo: generoso, elegante y lleno de carácter.

Realmente, una joya culinaria.

Detrás de este concepto se encuentra Alberto de León, quien con visión y pasión ha logrado ofrecer a los neolaredenses una excelente propuesta de cocina italiana contemporánea.

Su compromiso con la calidad y la autenticidad se refleja en cada detalle, desde el menú hasta la atención personalizada.

El ambiente del lugar también hace lo suyo: sobrio, elegante, sin caer en pretensiones.

La carta de vinos dialoga con los platillos en armonía, y el servicio es puntual, cálido y conocedor.

Cada platillo parece contar una historia, y cada visita termina con la sensación de haber viajado, aunque sea por un rato, a algún rincón del viejo continente.

Di Casso Ristorante no es solo una opción para comer: es una apuesta segura para celebrar, disfrutar o simplemente dejarse consentir.

En tiempos donde lo ordinario abunda, se agradece que existan lugares que apuesten por lo extraordinario.

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