El pozole es un platillo muy apreciado desde tiempos antigüos, cientos de generaciones lo hemos comido y disfrutado, es por esto mismo que exiten tantas variantes.
Depende de cada familia sus secretos, pero si tu aún no has hecho la tuya propia o ya no la hacen como antes… con esta guía puedes obtener una delicia de platillo, sin importa la receta que sigas.
1. Maíz sazonado. Hierve este grano ancenstral con una buena cantidad de cebolla, ajo y hierbas de olor. Cuando reviente adquerirá el sabor del caldo donde se coció.
2. Las salsas. Sazona perfectamente el licuado que vayas a agregar, ya sea rojo o verde, igual que la salsa que vayas a servir de acompañante, para los de gusto picantes.
3. Con cabeza. Si vas a hacer un pozole tradicional, uno de los ingredientes que no deben de faltar es la cabeza del cerdo , pues le da consistencia y saboriza el caldo.
4. El agua. En lugar de agregar agua «simple», puedes mejorar la sazón añadiendo caldos o pastas sazonadoras naturales.
5. No solo es cerdo. Si no eres un carnívoro empedernido, recuerda que puedes realizar otro tipo de pozoles como de pescado, de mariscos y de vegetales e incluso de pollo.
6. Lavar y desinfectar. Uno de los placeres que podemos darnos en casa es la tranquilidad de la higiene con la que se realiza, por ello no te olvides de lavar y desinfectar la lechuga al igual que los rábanos.
7. Con piquete. En algunos restaurantes potencian el sabor del caldo y de sus acompañantes con mezcal, dos cucharadas del delicioso destilado son suficientes.
