Nueva York.- La llegada de Aaron Rodgers a los New York Jets estuvo marcada por la emoción y la esperanza.
De acuerdo a las casas de apuestas, los Pittsburgh Steelers son los favoritos para firmar al quarterback, seguido de Las Vegas Raiders, y en tercer lugar se mantienen con los San Francisco 49ers.
El legendario mariscal de campo, cuatro veces MVP de la NFL, aterrizó en la Gran Manzana con la misión de llevar al equipo a la gloria y poner fin a años de frustraciones.
Sin embargo, lo que comenzó como un ambicioso proyecto terminó en una gran decepción en menos de dos años.
Desde su fichaje, los Jets se perfilaban como contendientes serios al Super Bowl. Con Rodgers al mando, la franquicia soñaba con una temporada histórica.
Pero la realidad fue cruel. Su debut con el equipo en 2023 duró apenas cuatro jugadas antes de sufrir una devastadora lesión en el tendón de Aquiles, un golpe que dejó a la afición atónita y al equipo en crisis.
A pesar de meses de recuperación y promesas de un regreso triunfal, la magia nunca volvió.
La temporada 2024 tampoco trajo los resultados esperados, y la relación entre Rodgers y los Jets se fue desgastando.
Finalmente, el ciclo terminó antes de lo previsto, dejando un sabor amargo tanto para la franquicia como para sus seguidores.
Lo que alguna vez fue un movimiento audaz con aspiraciones de campeonato terminó convirtiéndose en otro capítulo de frustración en la historia de los Jets.
Ahora, el equipo deberá replantear su futuro, mientras Rodgers se enfrenta a la incógnita de qué sigue en su carrera.
Los próximos días serían cruciales para que se revelen posibles negociaciones entre las franquicias y el jugador.