Por: Redacción
Ciudad de México.-
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo sostuvo una llamada oficial con el presidente estadounidense Donald Trump, en la que abordaron dos temas cruciales para México: el cumplimiento del tratado de aguas del río Bravo y la amenaza de nuevos aranceles al jitomate mexicano, que ya alcanza un gravamen del veinte punto noventa y un por ciento.
“Vamos a defender a nuestros productores y a nuestra soberanía hídrica con firmeza y diálogo”, expresó Sheinbaum tras la conversación, calificada por ambos gobiernos como “muy productiva”.
El tema del agua ha generado tensiones crecientes, ya que la sequía prolongada impide que México cumpla con la entrega pactada de líquido a Estados Unidos. Si no se soluciona antes de octubre, el país podría enfrentar sanciones que afectarían a estados fronterizos como Tamaulipas, Chihuahua y Nuevo León.
Además, la intención de Washington de retirarse del acuerdo comercial de jitomates, vigente desde 1996, representa una amenaza directa a miles de productores nacionales, especialmente en el norte del país, donde esta exportación genera empleo y desarrollo.
Analistas advierten que el tono de esta conversación entre Sheinbaum y Trump marca un punto de inflexión en la política exterior mexicana, con una mandataria que asume un rol firme frente a intereses estadounidenses, sin romper el equilibrio diplomático.
Mientras tanto, el sector agrícola y exportador mexicano sigue en alerta ante lo que podría ser una disputa comercial con efectos en los precios internos y en el mercado laboral rural.