Por: Redacción
Houston, Texas.-
Los envíos de gasolina y diésel desde Texas hacia México se han detenido por completo, luego de que el Gobierno federal mexicano intensificara las inspecciones aduanales y endureciera las reglas sobre el pago de impuestos.
“El transporte de combustible se paró de la noche a la mañana. Nuestros clientes en la frontera cancelaron los pedidos”, dijo un distribuidor de energía que pidió el anonimato para evitar represalias.
Desde hace dos semanas, el paso fronterizo terrestre entre Texas y México está cerrado para los camiones que transportan combustibles, afectando a empresas importadoras, estaciones de servicio y a la cadena logística del norte del país.
El conflicto, aseguran fuentes del sector energético, es consecuencia directa del endurecimiento de las reglas fiscales aplicadas a las importaciones de hidrocarburos, lo que ha generado incertidumbre y temor en el comercio transfronterizo.
El impacto se extiende a ciudades mexicanas que dependen del suministro texano, como Reynosa, Nuevo Laredo, Piedras Negras y Ciudad Juárez, donde se reportan aumentos de precio y escasez intermitente.
Empresarios del sector advierten que, de continuar el cierre, podría haber afectaciones mayores al abasto nacional en las próximas semanas.