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Nuevo Laredo, Tamaulipas 06 Noviembre 2024.— Nuevo Laredo volvió a enfrentarse el pasado fin de semana a la constante falta de agua que ya se ha convertido en una tradición bajo la administración de Carmen Lilia Canturosas Villarreal.
Colonias como Nueva Era, Las Torres, La Fe, Buenavista y otras más, sufrieron cortes inesperados en el suministro de agua potable, sin previo aviso por parte de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (COMAPA).
Como es habitual, los vecinos acudieron a las redes sociales para expresar su inconformidad, preguntándose por qué el servicio seguía siendo tan irregular, sin que las autoridades pudieran ofrecer una solución definitiva.
La falta de comunicación sobre estos cortes también fue uno de los principales reclamos de la ciudadanía.
Sin un aviso oficial que alertara sobre el desabasto, decenas de familias se encontraron sin agua para realizar sus necesidades más básicas: tirar de la cadena, bañarse, lavar los trastes o incluso ropa, siendo la única respuesta que salía de las llaves… aire.
Este desabasto inesperado evidenció una vez más la falta de previsión y de planificación de la administración municipal para gestionar los servicios públicos, a pesar de contar con un presupuesto millonario destinado a infraestructura y servicios.
El problema de las fallas recurrentes en el suministro de agua no es nuevo. Durante los últimos años, los cortes de agua en Nuevo Laredo han sido un fenómeno constante, con la población acostumbrada a la incertidumbre y los inconvenientes que este desabasto genera.
A pesar de las promesas de mejora y de la inversión pública, el servicio de agua potable sigue siendo uno de los puntos más críticos en la gestión de la alcaldesa Canturosas. Este patrón de fallas continuas refleja una clara deficiencia en la administración de la COMAPA y una falta de compromiso con las necesidades más básicas de los ciudadanos.
A raíz de estos constantes problemas, el organismo operador de agua está atravesando un proceso de transición para ser transferido al gobierno estatal, buscando precisamente mejorar la eficiencia en la gestión del servicio, dada la crisis recurrente bajo la administración municipal.
Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿por qué, con un presupuesto tan elevado, el gobierno local no ha podido garantizar un servicio de agua potable digno para los habitantes de Nuevo Laredo?.
