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Nuevo Laredo, Tamaulipas, 11 de septiembre de 2024 .— La primera imagen que ve la gente al cruzar de Laredo, Texas a Nuevo Laredo es la desolación de un centro histórico abandonado, con decenas de negocios cerrados y un sinfín de pedigüeños, enfermos mentales y adictos que pernoctan en las banquetas y quioscos de la Plaza Juárez y la Plaza Miguel Hidalgo.Situación que dista mucho de la realidad que las autoridades municipales pretenden “vender” a la población, una bonanza que está extinta por la falta de turismo en esta frontera considerada la Capital Aduanera, y la tan anhelada llegada de la Agencia Nacional de Aduanas de Mexico (ANAM).El verdadero rostro del Centro Histórico de la ciudad es desolador e inseguro, pues las calles son tomadas por los adictos, quienes al paso de la gente se acercan a pedirles dinero, al ser un punto de encuentro entre padres e hijos que laboran y estudian en la vecina ciudad.
Ante la oscuridad total, la gente se ve obligada a esperar sus familiares a ser “recogidos” en las inmediaciones del Puente, lo que genera en fin de semana un caos, pues a pesar de estar la plaza a unas cuadras y el mercado Maclovio Herrera son pocos los que se acercan a estos lugares, pues en medio de la noche, la inseguridad es mayor, ante la ausencia de los cuerpos de seguridad.“Si nos da miedo estar aquí esperando a que vengan por nosotros, la mayoría por eso esperamos aquí en este punto frente al puente porque irte a la Plaza o al Mercado si da miedo, más cuando eres mujer, se te acerca mucha gente, a pedirte dinero, lo que hacemos es abrazar nuestra mochila”, dijo Elía López, quien labora en una farmacia que se encuentra sobre la Avenida Guerrero y 15 de Junio.Comentó que no todas las personas que son alcohólicas o enfermos mentales que hay en este sector son agresivos, pero si hay algunos que te gritan cuando no les das nada.“Aquí hace falta mucha vigilancia, y que las calles estén bien iluminadas no nada más la Plaza Juárez, las calles requieren de mucha luz porque hay gente que cruza tarde Laredo a Nuevo Laredo o viceversa, y si da miedo cuando cae la noche, no hay a quien pedirle ayuda, porque no hay vigilancia, nos tienen abandonadas en este sentido las autoridades municipales”, comentó Luis Medina, un joven empleado de óptica.Entre tanto la ciudadanía exige a las autoridades calles seguras y alumbradas, a estas parece no importarles, pues tienen años de lucir en abandono y desolación.
