El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, quien es además un fuerte crítico de la inmigración ilegal y de la estrategia actual del presidente de EE.UU., Joe Biden, reveló su más reciente plan para evitar los cruces irregulares en la frontera sur de ese país. Se trata de una barrera marina flotante que se desplegará a lo largo del Río Bravo, cerca de la ciudad de Eagle Pass. La medida forma parte del controvertido operativo Lone Star.
“Se trata de una nueva barrera acuática. Podemos poner kilómetro tras kilómetro de estas boyas”, declaró el gobernador durante un evento en Austin. Mientras explicaba su nueva estrategia, expuso diferentes escenarios. “Lo que hacemos ahora es proteger la frontera y lo que estas boyas nos permitirán es impedir que la gente llegue a ella”, destacó.
En la fase inicial, este mecanismo tendrá una longitud de 300 metros, ubicados cerca de la ciudad de Eagle Pass, en el condado de Maverick. En el anuncio, Abbott estuvo acompañado de Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas (DPS) y de Thomas Suelzer, líder de la Guardia Nacional de Texas.
En su intervención, McCraw explicó que no solo buscan acabar con los cruces irregulares, sino que también evitarán que más personas se lastimen o que se ahoguen en las aguas en su intento por llegar a EE.UU. “El gobernador estaba preocupado por la pérdida de vidas, por si esto iba a suponer un riesgo para los inmigrantes que cruzaran, para las unidades familiares. La respuesta es que cada vez que se meten en el agua es un riesgo para los inmigrantes”, expuso el funcionario en declaraciones citadas por CNN.
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