De lo que parecía un festejo absoluto de Chivas en su estadio a una voltereta legendaria de los Tigres en patio ajeno, reponiéndose de dos tantos de desventaja hasta encontrar el clímax en los tiempos extra con un cabezazo de Guido Pizarro para el 2-3 que los hizo campeones de la Liga MX.
Una jugada memorable en el área del Guadalajara llena de dramatismo. Primero un cabezazo de Sebastián Córdova que Pocho Guzmán sacó sobre la línea, la afición tapatía parecía liberar la tensión de ver su portería bajo bombardeo, pero la siguiente jugada los dejó helados. Un nuevo remate con la testa de Guido Pizarro significó el éxtasis de la UANL.
El histórico argentino de los Tigres cabeceó, un desvío de Eduardo Torres le ayudó para que saliera elevado y superara al Pocho otra vez en la raya, quien impotente vio el balón mecer las redes para el 2-3 de los felinos, que festejaron como locos cerca del banderín de córner, mientras desde la tribuna les arrojaron de todo.
