La violencia contra las mujeres en el trabajo es un fenómeno que requiere de una mayor atención por parte de los gobiernos de los países y de la comunidad internacional, pues afecta de forma negativa los derechos humanos de las mujeres, así como los principios y valores de la institución del trabajo, y constituye un obstáculo para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Así lo manifestó la Licenciada en Mercadotecnia, Giselle Arellano al asegurar que la violencia contra las mujeres es un fenómeno complejo que implica muchas factores, entre ellos, el poder que tienen los hombres de atacar a las mujeres relacionadas con el trabajo y agregó que “generalmente porque están en una posición de mayor poder sostenido por los sistemas de dominación de class y género”.
Destacó que la Desigualdad de género es uno de los principales obstáculos que enfrenta la economía mundial, que tiene consecuencias directas en el progreso económico y social de los pueblos, tal como se ha señalado y reconocido en el Foro Económico Mundial donde se afirma que “la desigualdad de género es un problema económico y un lastre para el desempeño de las empresas. Todas las personas deberían poder disfrutar de una vida digna con equiparables oportunidades y salarios, mediante la plena utilización de sus capacidades”.
En este sentido, Giselle Arellano indicó que de acuerdo con datos suministrados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en el año 2019 se registró una reducción global en la brecha laboral, en la mayoría de las regiones del mundo, sin embargo, la desigualdad en el mercado laboral entre hombres y mujeres se ha mantenido, a pesar de la crisis que generó la pandemia del Covid 19,la cual  puede incrementar esta brecha de desigualdad  y peor aún recrudecerse la situación económica y social tanto de hombres como de mujeres.
Señaló que el acceso igualitaria a los medios de producción y la mayor participación de las mujeres en la economía, son esenciales para reducir la pobreza, impulsar el desarrollo económico de los países, los cuales; no deben enfocar sus programas de protección social únicamente hacia los trabajadores y excluir a las trabajadoras del hogar, quienes representan, en la actualidad, un 7 por ciento del total de ocupaciones en el mundo.
Por ello, Giselle Arellano indicó que la exclusión laboral de las mujeres es una forma de violencia que marca la brecha de la desigualdad en diversos países como México ,donde buscando bajar los índices de violencia hacia las mujeres en cualquiera de los ámbitos se creó en el 2015;  la Alerta de Género, la cual es un mecanismo que tiene como objeto establecer medidas inmediatas y urgentes para atender la problemática de la violencia contra las mujeres, adolescentes y niñas en los municipios o ciudades, con mayores riesgos para ellas, con el fin de que, de manera progresiva, se elaboren los protocolos de actuación  y que, las mujeres; realmente sean protegidas.
Para finalizar, Giselle Areallano apuntó que la Alerta de Género, es de gran utilidad para la toma de decisiones de políticas públicas para la prevención y atención de la violencia contra las mujeres pues entre 2013 y 2019, se han recibido en la plataforma de la Alerta, más de 700 mil reportes de violencia contra las mujeres, lo cual evidencia la magnitud del problema en México en donde aún falta mucho por hacer para que la Alerta de Género se convierta en un instrumento eficaz para prevenir y atender la violencia contra las mujeres.

** Giselle Arellano es Lic. en Mercadotecnia por el ITESM y la California State University of Northridge. Precursora de los Objetivos del Desarrollo Sostenible definidos por la ONU, e impulsora para disminuir la brecha de participación de mujeres de alto impacto social y los niños.

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