La estatal Petróleos Mexicano (Pemex) tomó el control de la refinería Deer Park, ubicada en Houston, tras cerrar la adquisición del 50 por ciento de la participación accionaria que tenía la compañía neerlandesa Shell, anunció el jueves la empresa.
La concreción de la operación fue anunciada por el director general de Pemex, Octavio Romero, quien informó desde Houston que la petrolera mexicana, que ya tenía la mitad de las acciones de la refinería, asumió el manejo de la planta que posee una capacidad de producción de 340 mil barriles por día.
El anuncio coincidió con la visita a Ciudad de México de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, quien se reunió durante la mañana con el canciller mexicano, Marcelo Ebrard. Granholm tiene previsto reunirse al final de la jornada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no descartó que durante en el encuentro se aborde el proyecto de reforma eléctrica impulsado por su gobierno, que se está discutiendo en el Congreso, que ha generado preocupación en Washington.
Para adquirir la refinería, Pemex pagó 596 millones de dólares, equivalentes al 50 por ciento de la deuda de la refinería que constituye la participación de Shell, y otros 596 millones de dólares para liquidar la parte de la deuda que corresponde a la petrolera mexicana. Los recursos para la operación fueron aportados por el Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) de la Secretaría de Hacienda.
Romero dijo en un comunicado que la adquisición de la refinería representa una “acción estratégica” del gobierno de López Obrador para lograr la “soberanía energética” de México y alcanzar la meta de garantizar el abastecimiento interno de combustible.