Organizaciones defensoras de los inmigrantes temen que aumenten las muertes de los inmigrantes que buscan asilo en los Estados Unidos.

«Esto es devastador. Aquí en la frontera, todavía nos estamos recuperando de la pérdida de Oscar Alberto Martínez Ramírez y su hija de casi dos años, Valeria Martínez. La desesperación los llevó a cruzar el río después de ser rechazados en un puerto de entrada», declaró Juanita Valdez-Cox, directora ejecutiva de La Unión del Pueblo Entero.

El miércoles, la Corte Suprema de los Estados Unidos dio luz verde al gobierno del presidente Donald Trump para negar asilo a migrantes que llegan a la frontera sur que no solicitaron protección en otro país.

Esta decisión empujará a los solicitantes de asilo desesperados por protección para cruzar a los Estados Unidos a través de áreas silvestres peligrosas y corrientes rápidas, en lugar de hacerlo con seguridad en los puertos de entrada. Muchos morirán o desaparecerán en el proceso.

En agosto, La Unión del Pueblo Entero y RGV Equal Voice Network publicaron un artículo en el Texas Observer que narra algunas de las muertes y desapariciones recientes de niños en la frontera entre Texas y México:

«Hasta ahora, la mayoría ha visto la escalofriante foto de Oscar Alberto Martínez Ramírez, de 25 años, y su hija de casi dos años, Valeria Martínez, que se ahogaron en el río cerca de Brownsville a fines de junio.

Desde entonces, nos enteramos de la madre guatemalteca, María Juan, y de su hija de 5 años, Ashly Francisco, que se ahogaron en los canales de riego cerca de El Paso. Una madre, dos bebés y un niño pequeño de Guatemala murieron de deshidratación y exposición después de cruzar el río cerca de McAllen».

De acuerdo con la defensora de los inmigrantes, las muertes y desapariciones de adolescentes y adultos son tan comunes que rara vez atraen la atención de los medios.

La política afecta directamente a los inmigrantes centroamericanos que cruzan el territorio mexicano antes de llegar a la frontera y entregarse a las autoridades federales de inmigración para solicitar la protección del gobierno alegando que  huyen de sus países por distintas causas.

De acuerdo con Valdez: Los residentes fronterizos dan una respuesta humanitaria todos los días, al la bienvenida a los solicitantes de asilo, alimentándolos y reuniendo familias.

El Congreso y la administración deberían hacer su parte.

«Nuestra nación necesita una nueva visión fronteriza para que podamos ganar políticas fronterizas justas y seguras que defiendan los derechos y oportunidades de los recién llegados y residentes por igual», aseguró la activista.