Alan García, dos veces presidente de Perú, murió la mañana de este
miércoles –en un episodio que conmocionó a la nación sudamericana–,
tras darse un tiro en la cabeza cuando la policía se disponía a
arrestarlo por un cargo de lavado de activos ligados a la constructora
brasileña Odebrecht.
García, de 69 años, fue trasladado a las 6:45 horas al hospital
Casimiro Ulloa y falleció en el quirófano del hospital limeño a las
10:05 (hora local) producto de una hemorragia cerebral masiva por
proyectil de arma de fuego, tras sobrevivir tres paros respiratorios
durante la operación, se informó.
El ex gobernante presentó una hemorragia incontrolable de base del
cráneo causada por una bala en la cabeza.
El anuncio de la muerte del dos veces presidente (1985-1990 y
2006-2011) que escapó por los techos durante el Fujimorazo y se asiló
en la embajada de Colombia para evitar caer preso por corrupción en
1992, provocó llanto entre algunos de sus seguidores afuera del centro
médico.
García es el primer político de alto perfil en América Latina que se
suicida mientras era investigado por presunta corrupción ligada a la
trama que desplegó Odebrecht tras admitir, en 2016, que pagó sobornos
para ganar contratos de obras públicas en 12 países de la región,
incluido México, así como en otras naciones africanas.
La noche del martes, García declaró al Canal N: soy el hombre más
investigado de Perú en los últimos 30 años, lo que tengo es producto
de mi trabajo y así se ha demostrado siempre.
También dijo a la radio local RPP que era cristiano; creo en la vida
después de la muerte y negó tener miedo a una detención.
Carlos Morán, ministro del Interior, explicó que cuando el equipo
fiscal ingresó con la policía al primer piso de la mansión de García,
quien estaba en el segundo piso, éste se encerró en su dormitorio para
llamar a su abogado.
A los pocos minutos se escuchó un disparo. Cuando la policía entró al
dormitorio lo encontró sentado y bañado en sangre. Según su secretario
Ricardo Pinedo, García tenía seis armas.
El ex presidente será velado en la Casa del Pueblo, sede del Partido
Aprista Peruano.
Según la orden judicial obtenida por Ap, el juez Juan Sánchez ordenó
arrestar a García y allanar su domicilio para obtener documentos que
sirvieran para la investigación por el presunto delito de lavado de
activos en agravio del Estado. El magistrado también ordenó detener a
otras ocho personas, entre ellas dos ex ministros de García.
Según la fiscalía, el ex mandatario habría recibido unos 100 mil
dólares de Odebrecht maquillados bajo la apariencia de pagos por una
conferencia dada en 2012 en Sao Paulo.
Consternado por el fallecimiento del ex presidente García. Envío mis
condolencias a su familia y seres queridos, expresó el mandatario
peruano, Martín Vizcarra, quien decretó tres días de duelo.
“Conmovidos con la muerte del ex presidente de #Perú Alan García. Nos
sumamos al dolor de la familia y enviamos nuestras sinceras
condolencias. Paz en su tumba”, tuiteó el presidente boliviano, Evo
Morales.
También manifestaron sus condolencias los mandatarios de Chile,
Sebastián Piñera, y de Ecuador, Lenín Moreno, quien dijo: cada quien
escoge la forma de vivir y también la de morir. El secretario general
de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro, lamentó el
deceso.
Si Alan García fue perseguido injustamente, su suicidio es en realidad
un asesinato. ¡Ya basta de tanto abuso! Que su sacrificio sirva para
entender que la lucha política tiene límites. Que no se puede jugar
con la honra y la libertad de las personas. Un abrazo solidario a su
familia, tuiteó el ex presidente de Ecuador Rafael Correa, contra
quien hay unas 21 causas judiciales abiertas, impulsadas por Moreno.
La lamentable muerte de Alan García nos obliga a reflexionar sobre la
judicialización de la política. No podemos seguir convirtiendo los
estrados en escenarios de confrontación política, tuiteó el ex
mandatario colombiano Ernesto Samper.
