La cifra de muertos por los tres enormes incendios forestales
declarados en California ha ascendido este domingo a 31, mientras
cerca de 300.000 personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares
por las llamas que han llevado a la declaración de emergencia en
Malibú, Ventura y Los Ángeles, según ha informado la cadena CNN.
Según información actualizada por el Departamento de Bomberos del
Condado de Butte (Calfire) en su página de Twitter, el incendio
bautizado como «Camp Fire» ha arrasado ya cerca de 45.000 hectáreas,
6.450 viviendas y 260 comercios.
El «Camp Fire» ha arrasado casi por completo Paradise, de 26.000
habitantes, a unos 280 kilómetros al noreste del área de la bahía de
San Francisco, donde desde el jueves se mantiene activada la alerta
roja por la mala calidad del aire a causa del humo proveniente del
incendio.
El origen del incendio sigue siendo desconocido, y la portavoz de
Calfire Janet Upton apuntó que los investigadores están explorando
todas las posibles causas, «incluyendo la posibilidad de que el fuego
se iniciase a partir de una chispa de equipamiento eléctrico».
El «Woolsey Fire» ha quemado 33.600 hectáreas en una zona que incluye
las ciudades de Malibú, Calabasas y Thousand Oaks.
Estos dos fuegos, junto al más pequeño de «Hill», también en el sur,
han obligado a desalojar a unas 300.000 personas.
Justo ayer, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, culpó a las
autoridades californianas de una «absoluta mala gestión» por los
incendios y amenazó con cancelar futuras ayudas federales.
