El concepto de lowcost en la aviación comercial llegó a México a
mediados de la década pasada con la incursión de Interjet y Volaris,
que tenían como objetivo competir con las grandes aerolíneas y a su
vez, lograr entrar como una opción viable de transporte en un país en
el que aún predominan los servicios terrestres.

Viva Aerobus se sumó a esta propuesta de negocios y datos de la DGAC
refieren que en el primer trimestre del año, registró una
participación del 16.9 por ciento en el mercado doméstico, lo que
significó una expansión de 220 puntos base respecto al mismo lapso de
2017.

Es decir, con su estrategia ha conseguido colocarse entre las
principales aerolíneas de ese segmento; sin embargo, al acaparar un
mayor número de vuelos, puede ocurrir que no logre cumplir sus
servicios y al parecer es lo que está ocurriendo.

Usuarios en redes sociales se muestran furiosos con la aerolínea por
retrasos exagerados en sus vuelos y sin una oferta de solución al
respecto.

Esto coincide con que la aerolínea registró el mayor número de
afectaciones a consumidores, entre el 23 y el 26 de marzo, por los 80
vuelos que sufrieron retrasos y cancelaciones y en los que 11 mil 500
pasajeros fueron afectados, reportó la Procuraduría Federal del
Consumidor (Profeco).

El año pasado, el actor Diego Luna utilizó Twitter para denunciar el
mal servicio de la aerolínea Viva Aerobus, en un hecho que llama la
atención por la importancia que tiene el uso de las redes sociales
como herramienta. En su publicación, el actor deseó que nadie tuviera
que viajar a través de la compañía, y reconoció el trabajo de sus
empleados, al tener que “dar la cara por este fiasco de aerolínea”.

A finales del 2017, el gato Pericles fue extraviado por Viva Aerobus
durante un viaje de Chihuahua, fue rescatado por una vecina del
Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, 10 días después de
que personal de dicha empresa lo declarara como “equipaje dañado” y
anunciara a su dueña la nula esperanza de recuperarlo.